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Foro de debate sobre las nuevas tecnologías en los escenarios de investigación

Rafael Mayo, investigador del Departamento de Tecnología del CIEMAT, participó el pasado día 9 de julio en el foro de debate organizado por RENATA, la Red Nacional Académica de Tecnología Avanzada de Colombia, “Las nuevas tecnologías en los escenarios de investigación”, donde también participaron Roberto Ferro, director de la Red de Investigaciones de Tecnología Avanzada (RITA) de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas, y Carlos Jaime Barrios, Secretario General del Sistema  de Cómputo Avanzado para América Latina y El Caribe (SCALAC), siendo la moderadora Mónica M. López, gerente académica de RENATA.

El foro de debate comienza con la intervención de la moderadora, Mónica M. López, para poner en contexto del mismo y además plantear el objetivo de conseguir que en este nuevo escenario condicionado por la pandemia la investigación “no se pare”, para lo cual es imprescindible conocer las tecnologías disponibles y conseguir reforzarlas. Por un lado se refiere a la posible reticencia ante tecnologías nuevas susceptibles de utilizarse por el personal investigador, y también a la modificación de la perspectiva en la actual situación pandémica por la COVID-19, al plantearse nuevas necesidades que hay que atender.

Inicia el debate Rafael Mayo, quien indica que, como marco científico-tecnológico la comunidad científica se está moviendo en entornos colaborativos, ya que las investigaciones requieren equipos multidisciplinares capaces de abordar distintas materias científico-tecnológicas.  Destacó que, en ese marco, la computación, ya sea distribuida o paralela, incluyendo las distintas plataformas que están de actualidad, resulta de suma importancia porque plantea distintas soluciones a los también distintos planteamientos de los problemas.  En la actual situación condicionada por la COVID-19, el carácter distributivo y colaborativo de la computación se ha visto reforzado gracias a infraestructuras como RENATA que permite no solo poner en contacto a personas en foros, sino conectar importantes infraestructuras científicas, permitiendo hacer mediciones en remoto, recibir datos, etc., en definitiva, continuar la actividad científico-tecnológica que se venía desarrollando con anterioridad a la pandemia. Gracias a las plataformas computacionales se puede abrir a la colaboración el trabajo que desarrolla el personal investigador, en cualquiera de las facetas del saber humano (Física, Química, Humanidades, etc.).

En la intervención de Carlos J. Barrios, que comenzó con una breve presentación sobre SCALAC, para desarrollar conocimiento científico a través de la conectividad y la colaboración de las redes científicas.  Las redes tienen un papel fundamental, a modo de sistema nervioso, de lo que está sucediendo en el ámbito científico-tecnológico.  América Latina y España comparten el idioma, lo que hace que se generen sinergias para trabajar en común. Uno de los primeros problemas que se plantearon era la vigilancia de sucesos (tsunamis, terremotos, etc.) que son de interés para toda la comunidad. Señaló las primeras iniciativas colaborativas (EELA, EELA-2 y GISELA; también RedCLARA), hasta llegar a SCALAC (Sistema de Cómputo Avanzado para América Latina y El Caribe), constituido en 2013.  Gracias a las redes, tanto en relación con el soporte como con la  transferencia y la colaboración, en la situación actual de pandemia, se avanza no sólo a labores de vigilancia, también se consideran modelizaciones y simulaciones, a nivel tanto nacional como internacional.

Sandra Castiblanco da paso a la tercera intervención, la de Roberto Ferro, quien habló de RITA (Red de Investigaciones de Tecnología Avanzada), que comenzó en 2011, que surgió de la necesidad del personal investigador que necesitaba una red que unificara, en primer lugar al propio personal investigador, para conocer en qué se estaba trabajando, y en segundo lugar se constituyeron herramientas para ello y para apoyar la labor investigadora, creando todo un catálogo de servicios con el objetivo de apoyar la labor científico-técnica proporcionando aquello que demanda la comunidad científica para seguir desarrollando su trabajo, por ejemplo, la realización de gráficas y simulaciones.

Rafael Mayo comenta que en el ámbito de los recursos para el personal investigador la COVID-19 no ha supuesto grandes cambios porque no se ha requerido ningún desarrollo especial, señalando que en Europa lo que se hizo, basándose en las capacidades que ya existían, fue asignar más horas o más recursos a los estudios relacionados con la COVID-19. A la pregunta de Mónica López sobre cuál ha sido la actitud del personal investigador en la situación de pandemia en Europa y si ha cambiado o si ha descubierto nuevas tecnologías, Rafael Mayo comenta que habría que diferenciar entre el personal investigador que trabajaba fundamentalmente en ciencia biomédica, que ha desviado todos sus recursos al diagnóstico de la enfermedad, etc., y la de otros ámbitos, en los que ya se trabajaba con estas redes de grandes cantidades de datos no ha habido gran diferencia con la situación anterior a la pandemia. Rafael Mayo también destaca cómo la investigación relacionada con la COVID-19 ha sido en abierto, poniendo revistas, artículos, trabajos, a disposición de quienes lo necesitaban, existiendo incluso la obligatoriedad de esa accesibilidad. Por su parte Roberto Ferro sí comenta que en la universidad se han tenido que desarrollar nuevas herramientas para dar apoyo al personal investigador.

Señaló también Rafael Mayo el papel que en big data se ha ido desarrollando en la medida que crecía también el volumen de datos, de ahí los avances en inteligencia artificial, tanto en archivo, procesamiento, almacenamiento, seguridad, etc. En la actualidad las técnicas de big data son habituales en la actividad científica. Sin embargo, no es correcta la idea de que lo que hay en la gestión matemática de esta herramienta es de fácil comprensión, así pone en evidencia la necesaria especialización en inteligencia artificial en los estudios de grados y postgrados universitarios para poder, ya profesionalmente, dar apoyo a la comunidad científico-tecnológica. Finalizó su intervención reflexionando sobre la necesidad de inversión en I+D+i para el progreso de cualquier país, y el futuro indudable hacia una sociedad cada vez más digitalizada -en todos los aspectos-, para lo cual es imprescindible la colaboración.

 

Por: CIEMAT (Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas) España.

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Fecha de publicación: 21 julio, 2020

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